Handsome By Alfredo García.
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En Paris, 14 de Julio, esquina rue de Sebastopol y bulevar Magenta, C y yo vamos hacia la estación del Norte para coger el tren nocturno hacia Londres, el equipaje lo tenemos en consigna de la estación. El día anterior habíamos llegado en tren de España, dormimos en una cama ancha, en una habitación con un empapelado de flores. Nos duchamos, cuerpos desnudos, me costo dormirme, desee que ambos estuviéramos piel sobre piel, abrazándonos, bajo las sabanas, fue esta la primera vez que fui consciente de la atracción sexual hacia mi amigo. Durante el día habíamos paseado por Paris, y creo que éramos felices, pero apenas recuerdo nada, salvo que jugamos a echarnos agua de una fuente, de las de beber, en los Campos Eliseos, junto a la plaza de la Concordia.
Pero volvamos a la esquina de Sebastopol con Magenta. "Handsome", alguien grita, vuelvo la cabeza, y un chico, me sonríe, esta con otros dos parados en la esquina. Mi amigo parece no haberse dado cuenta, enseguida vuelvo la cabeza, pero su imagen se me queda gravada. Un chico joven quizás de mi edad, o un poco mas mayor, de mi estatura, pero mas fuerte que yo, moreno, pelo liso, ojos grandes y oscuros, que brillan sonrientes en una cara redondeada. Estoy un poco aturdido ¿Me ha llamado guapo? ¿A mi? ¿Porque? ¿Como me ha podido llamar guapo un chico? ¿Yo le he gustado?, ¿le gustaría estar conmigo, quizás tocarme, besarme, hacerme el amor? Estoy sorprendido, pero no estoy ofendido sino todo lo contrario, halagado y agradecido. Yo he recibido un piropo, como si fuera una chica guapa. Aquella escena se me quedara gravada para siempre. ¿Donde estará ahora aquel chico? ¿Se habrá vuelto alguna vez a acordar de mi? Poco antes de entrar en la estación, me he vuelto, y me ha parecido verle caminando solo, en nuestra dirección. Falta todavía casi una hora para la salida de nuestro tren, sacamos los billetes. Voy a los servicios a mear, y aprovecho para lavarme las manos, refrescarme la cara y mojarme el pelo. Estoy frente al espejo, tengo los ojos cerrados bajo mis dedos mojados. « ¿Comment vas-tu, handsome ? »- Noto una mano en mi cintura, abro los ojos, El chico de piropo me sonríe a través del espejo, Me quedo paralizado, El corazón me late con fuerza, Sube su mano por mi espalda, por debajo de mi camiseta, Intento apartarme, Su otra mano sujeta mi cadera, Miro hacia los lados, Hay dos o tres personas más en los lavabos, pero no parecen haberse dado cuenta de nada.
« Tranquile, mon ami », musita a mi oído.
Mientras la mano debajo de la camiseta sube por mi pecho, y acaricia suavemente mis pezones. Noto como mi pene comienza a llenarse de sangre. Miro hacia la puerta, un hombre que sale nos mira. No me puedo mover, no quiero moverme. Cierro los ojos. Juega a pellizcar mis pezones erectos Me aprieta contra su cuerpo, noto su pene duro Y sus labios en mi cuello.
« ¿Vous aimez-moi de vous toucher de cette façon ? »
Toca mi pene erecto a través de mi pantalón.
Tengo miedo de que mi amigo venga a buscarme.
"Oui, mon amour, viens avec moi " Me lleva cogido por la cintura y por un brazo, hacia un cubículo. Cierra la puerta « Votre ami ne peut pas trouver nous ici » Me sujeta la cara con sus manos, y me besa, yo se lo permito, pero no colaboro, Dejo que meta su lengua en mi boca, vuelve a pellizcar mis pezones, me hace daño, pero acabo chupando su lengua gorda y dura. Me da la vuelta, y me empuja con fuerza contra la puerta. Ahora no parece tener tanto cuidado. Parece tener prisa, Me baja los pantalones y el slip. Me manosea las nalgas, Me mete un dedo en la boca. Se lo que quiere y no se lo voy a impedir Yo soy ?handsome? y el me desea. Su dedo lubricado penetra mi culo Me extraño de que no me duela. Mete su lengua en mi boca. Pellizca con fuerza mis pezones. Se ha bajado los pantalones y frota su pene con mis nalgas. « Tu aime, n´est pas, mon handsome » Mete ahora tres dedos en mi boca, Huelo mi culo en sus dedos, los chupo y los cubro de saliva. Tampoco me duele cuando me penetra con ellos. Ahora me coloca doblado sobre la taza del water. Me mueve con fuerza y sin ninguna delicadeza. Me hubieran gustado más besos, caricias y palabras de amor. Pasivo, vulnerable, entregado, me dejo manejar a su antojo. Mi amigo ha entrado en las toilettes y grita mi nombre, justo en el momento que su pene comienza a penetrarme. Me duele, y creo que no podrá entrar. El sigue presionando Ahora soy yo quien quiero que acabe rápido. Pienso que vamos a perder el tren. Intento relajarme, me abro todo lo que puedo. Y finalmente pasa el primer anillo, y de un largo impulso llega hasta el fondo. Un gemido escapa de mi garganta El tapa con su mano mi boca. Y comienza a joderme. A pesar del fuerte dolor, estoy contento. Lo he conseguido. Su cuerpo sudoroso cubre el mío. Esta dentro de mí, me llena completamente. Vuelvo la cabeza, y le ofrezco mi lengua, me la chupa con fuerza. De repente parece haberse abierto una puerta, tanto en mi cuerpo como en mi alma. Ya nunca volveré a ser el mismo, me espera una nueva vida. Las envestidas se suceden, cada vez más fuertes, más profundas, más rápidas. Ya no me duele, me gusta, me encuentro muy bien. Miro el reloj, faltan 20 minutos para la salida del tren, Me concedo 5 minutos más en el paraíso. Entra y sale, entra y sale. "Dios mío, me gusta, si, si ,si". Estoy encendido. Veo como mi pene erecto se mueve al ritmo que marcan los golpes de mi amante, cuelgan filamentos de líquido preseminal, que se desprenden y caen sobre el suelo. En estos pocos minutos, siento como toda mi infancia, mi adolescencia, mi juventud, alcanzan su plenitud, a pesar de la fealdad cutre del cubículo. Soy hermoso, él me lo ha dicho, él me ha deseado, él esta dentro de mí, y goza de mi cuerpo. Estoy en estado de éxtasis. No me importa perder el tren, ni nada de lo que pueda pasar después. Noto una ola de calor que barre mi cuerpo y sube a mi cara. Siento que me voy a correr, a pesar de que nada toque mi pene, y no hay nada que pare el río de semen que fluye torrencialmente por mi uretra. Mi ano se comprime espasmódico, mientras las ráfagas de mi semen se estrellan contra la taza del water. El también se esta corriendo dentro de mi, mientras gime con rabia. Diez minutos. Me subo rápidamente los pantalones, él se deja caer extenuado en el suelo, tengo aún tiempo de decirle « Merci », al la vez que beso sus labios, y salgo pitando. Ya en la puerta de las toilettes oigo su voz « au revoir handsome », y la imagen de su pene duro y chorreante viene a mi cabeza. Vuelvo a cubículo, Me arrodillo entre sus piernas, y durante unos segundos limpio a lenguetadas el semen de su pene, el cual comienza de nuevo a ereccionarse, El intenta sujetarme, pero puedo zafarme de sus brazos.
Mi amigo desesperado buscándome en mitad del hall de la estación, « Donde estuviste, corre, corre que perdemos el tren », Durante la carrera hacia los andenes, noto como el semen sale de mi ano y moja mis calzoncillos, llegamos justo cuando el tren comienza a arrancar. Colocando las mochilas, mi amigo me interroga sobre la mancha húmeda en el culo de mi pantalón, « Es por la tremenda diarrea que tengo, por eso he tardado tanto en volver del baño », le contesto, y espero que no perciba el olor a semen. Afortunadamente estamos solos en el compartimento. Busco ropa limpia para cambiarme y me boy al baño del vagón. Un hombre se cruza conmigo por el pasillo, noto el brillo de sus ojos, imagino que también me encuentra "handsome", y que desearía joderme. Aparto la mirada y sonrío para mi mismo. Ya en el baño, me quito los pantalones y el slip, me los llevo a la nariz, el olor es inconfundible, me meto un dedo en el culo, entra y sale con facilidad, aun estoy bien lubricado de semen, lamo mis dedos, y me los vuelvo a meter. Me masturbo con la otra mano, mirándome en el espejo, mientras imagino al hombre del pasillo penetrándome. El tren se esta deteniéndose. Me pongo la ropa limpia y salgo del baño. El hombre esta en el descansillo, junto a su maleta, parece que se va a bajar en esta parada, me mira descaradamente, yo mantengo la mirada y le sonrío, el tiene que bajar del tren, baja, y yo me asomo por la ventana, el permanece parado en el anden, mirándome, con la maleta a su lado, yo continuo sonriéndole, el tren se pone en marcha, y yo con mis dedos le lanzo un beso, tarda en reaccionar, finalmente levanta la mano, y me grita algo, pero ya esta lejos y yo no le oigo, quizás dijo « handsome ». Volviendo por el pasillo, a nuestro compartimiento, me maravillo de como en menos de dos horas he pasado de ser un chico heterosexual, tímido y sin ninguna experiencia sexual, a ser un chico, hambriento, de pollas y semen, y deseoso de seducir y de que me folle el primer hombre con el que me cruce. Cuando entro en nuestro compartimento, mi amigo ya duerme, miro su cara, ya no me gusta, ya no lo deseo, y siento hacia él una mezcla de rencor y desprecio. Lo que ha pasado nunca hubiera ocurrido si durante la noche pasada, él me hubiera hecho el amor, en la habitación empapelada de flores. Unos momentos después yo también me quedo dormido, mecido por los traqueteos del tren y por una sensación nueva y agradable en mi culo recién estrenado, el sabor de semen en mi boca, y una palabra acariciando mi mente y que nunca olvidare, « handsome »
Si te ha gustado escríbeme a alfredo247@hotmail.com, necesito tus palabras, tu placer es mi placer. Así compartiremos sexo, aunque estemos lejos. Puedes encontrar mas relatos míos en la sección de autores prolíficos de nifty, bajo el nombre de Alfredo García.