El Program de Rehabilitación de Daniel
Los derechos de este cuento son reservados al autor bajo la ley de "copyright." Puedes bajarlo para su uso personal pero no para vender ni hacer ganancia. La serie es homoerotico con descripciones detalladas de sexo entro hombres adultos incluyendo dominación, cautiverio y sadomasoquismo. Si no quieres exponerte a estas fantasias salga de esta página ahora mismo. Si eres menor de edad o si esta material sea ilegal en tu país favor de salir. Si no tienes 18 años ¡salga inmediatamente!
Puede enviar correo electrónico al deepdiver_pr@yahoo.com. He puesto un "Blog" en www.myspace.com si interesa que otros vean sus comentarios. Si interesa ayudarme corregir el español del próximo capítulo favor de comunicarse conmigo.
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El Program de Rehabilitación de Daniel
Capítulo Uno - El Propuesto
La Idea
Daniel estuvo sentado en su cocina deleitando lentamente el sabor de su capuchino, mientras leia la prensa en la manana. La noticia de primera plana describía un tiroteo entre gangas que terminó con la muerte de uno y dos heridos en condición crítica.
Pensaba, "Que perdida," mientras estudiaba las caras de los arrestados. Podia sentir la sangre correr hacia su pene mientras pensaba en aquellos hombres jóvenes tomados bajo custodia y procesados. Empezó a imaginar en tenerlos bajo su propio control y autoridad. Esto le dió una idea.
Daniel fue considerado el buen hijo que significa que Samuel, su hermano mayor, era siempre el perdidor en cualquier comparison a su hermano menor. Donde estuviera o cuando sea pronto Samuel se encontraba en problemas. El fue aquel llamado a la oficina del principal por compartir cigarillos con sus condiscipulos del grado octavo. Samuel fue el hijo cogido fumando marihuana en su dormitorio cuando su papa vino temprano del trabajo aquel dia. Puedes adivinar cual de los dos fue acusado de obligar a los chicos menores de la escuela pagarle para protección.
Samuel no importa ni sus estudios ni sus notas; no tenía intención de ir a la universidad. El quería juntarse con su tio en la versión local de la mafia. Aún antes de graduarse, Samuel tenia suficiente dinero que ganó vendiendo pasto y otras sustancias controladas. Era Samuel quien introdujó a Daniel a los deleites del auto eroticismo.
Daniel acordaba como a la edad de doce, Samuel entró con el en su cama y jugaba con sus genitales. Daniel le gustó a su hermano quien tenía su confianza. Samuel jamás maltrató a su hermanito y a veces aceptaba la culpa por las maldades que hizo Daniel. Daniel admiraba su hermano y aprendió rápido el arte de la auto estimulación mientras masturbaban mutualmente; pues hasta que Samuel encontró a su primera novia.
Daniel hacía falta las visitas nocturnas, pero jamás sentía menos querido o menos amado por su hermano mayor quien siempre cuidaba a su "mano," como él decía. Hacía falta las sensaciones de ser tocado y de tocar al piel suave y cuerpo caliente de Samuel. Jamás hablaban sobre el fin de las visitas nocturas a su cama, pero Daniel entiendía que Samuel era muy interesado en el género opuesto, un interés que Daniel no se compartía.
Daniel era ahora un ejecutivo junior de una firma de inversiones. El se aplicaba bien lo que aprendió en la universidad y tenía la intuición bien adiestra de los cambios en el bolsa que comenzó a estudiar aún antes de graduarse. Ahora a la edad de 35, no estuvo solamente en buena forma fisicamente, pero debido a sus inversiones sabios tenía una pequeña fortuna. Samuel tambien estuvo bien, a pesar de algunos episodios con la ley que gracias a una combinación de buena suerte, buenas conecciones y el conocimiento de la calle se quedó fuera del carcel.
Daniel no ha hablado con su hermano desde su último cumpleaños cuando se encontraron en la casa de sus padres para cenar con ellos. Se recordaba aquella reunión y cuan guapo se veía su hermano a la edad de 37 años. Daniel cogía su teléfono celular y tocando el boton de marcar rápido llamó a su hermano. Una mujer contestó que sorprendió a Daniel, simplemente porque esperaba que Samuel iba contestar su propio teléfono.
"Hola," contestó la voz estraña de una mujer.
"Está Samuel?" Daniel preguntó
"Oh sí, un momento, por favor," ella, quien sea, dijó, no acostumbrado a preguntar quien llamba, ni de presentarse.
"Ahora mismo está levantándose, lo llamaré." "Samuel, es para ti," ella gritó.
"Diga," Samuel dijó al teléfono después de algunos minutos.
"Samuel, ¿eres tu? Es Daniel."
"¿Daniel? ¿Pasa algo?" Samuel contestó nerviosamente.
"Ah, no, todo está bien." Daniel replicó. "Estuve pensando si podríamos almorzar juntos un día. Quiero hacerte una proposición." Daniel ni ha preguntado quien contestó el teléfono. Es que no tenía curiosidad de las mujeres de su hermano.
"Oh, si? sabes que no confio en la bolsa. Es más corupto que topos que han sidos alterados." Samuel decía para molestarlo.
"No, no tiene nada de ver con la bolsa. Es más parecido a las cosas tuyas." Dijó Daniel intentando de estimular la curiosidad de su hermano.
"Pues, no tengo compromiso para mediodía mañana. ¿Como sería La Cueva de los Congrejos?" Samuel preguntó.
"Eso sería fabuloso." Daniel dijó de acuerdo con la hora y el lugar.
El Encuentro
El próximo día, Daniel se sentía más y más excitado mientras esperaba la llegada de su hermano en el restaurante. De momento, Samuel pasó la puerta separando el area del bar de la sala de comer. Vió a Daniel y se acercó a su mesa. Daniel se paró y abrazó frrmamente a su hermano mayor.
"Siéntate, y dime como has estado de verdad." Daniel dijó abriendo la conversación con interes auténtico en su hermano.
Samuel respondió comentando sobre el traje elegante que Daniel llevaba. Pensaba a si mismo que su hermanito debe estar muy bien parado si podía gastar en ropa de marca. Adivinó que su corbata era de alta calidad quizas hecho de seda y que su reloje Rolex era de oro, y no una imitación barata que se venden en la calle. El sabía reconocer las baratas bien rápido.
"¿Qué pasa? ¿Porqué necesitas verme tan de repente?" Samuel dijo, no muy acostumbrado a conversación social.
"Pues," Daniel empezó diciendo, "vi el reportaje y los fotos de los chicos del tiroteo en el periodico."
"Eh, ¡no tuve nada de hacer con eso!" dijó Samuel cortando la palabra de Daniel.
"No, claro que no, espera. Déjame terminar lo que quiero decir. Por favor, no me interrumpe hasta que termino.
"¿Desean tomar algo?" Preguntó el mozo, un chico joven y guapito, rubio, con piel suave, de alrededor 19 años de edad.
"Tomaré un Coors." Respondió Samuel, escogiendo la misma bebida que su hermano tenía en la mesa.
"Y usted, puedo traerte otra?" El mozo preguntó mirando fijamente a Daniel por lo que parecia más tiempo que se permiten las reglas sociales.
"Seguro," Daniel contestaba con una sonriza bien ancha y mostrando sus dientes blanqueados.
Las rodillas del mozo casi doblaron cuando Daniel lo miró con sus ojos penetrantes del color verde brillante. "En seguida, Señores." Dijó finalmente.
"Como estuve diciendo, lo que vi en el periódico me puzó a pensar." Daniel continuaba tratando de dirigir sus palabras a su proposición.
"Ok, sigue," Samuel reaccionó trantando de animarlo.
"Pues," Daniel intentaba continuar, "ese gente que se vendan la droga ilegal, de veces en cuando mandan matar algunos jovenes, imagino, porque no pagan a tiempo o por un otro problema. Y estuve pensando que supongo que alguien ofreciera a pagar sus deudas. ¿Los dueños de los puntos, no preferían ser pagados en lugar de tener que tragar la pérdida y el costo de aniquilarlos?"
"¿Quizás? Pero quien estará dispuesto a pagarlo que ellos deben y porqué?" reaccionó a Samuel.
"Samuuel, ¿acuerdate cuando eramos niños, como venías a mi cama?" Dijó Daniel bien suave.
"Eso era cosas de niño. No significaba nada." Samuel protestó.
"Claro que si, pero significaba mucho más para mi." Daniel contestó. "Me ayudaba realizar que soy gay y que no estoy interesado en las chicas."
"Eso es mierda, no vas a acusarme de convertirte en un mariposa, ¿o si?" Samuel dijó sintiendo molesto con la dirección de la conversación.
"Hermano, no, cójalo suave y déjame decirte lo que vine a pedirte, antes que te reacciones y te excites. Acepto que soy gay. Eso no me molesta na. Pero mis gustos van más allá de simlemente ser gay." Daniel dijó trantando de redirigir la conversación hacia su propuesta.
"Hermanito, ¿qué quieres decirme? Dijó Samuel, ahora sientiendo aún más ansiosa mientras miraba en los ojos verdes de su hermano pensando en su interior "oh Dios, transformé mi hermanito en un maricón y ahora me quiere cobrarmelo."
"Mira, Samuel, no tengo problema en ser gay. Actuamente, he estado visitando una página en el Internet que se llama "Esclavo.para.Amo," y me excita mucho y estuve pensado cual interesante sería si tuviera mi propio esclavo personal." Daniel dijó finalmente sin más interrupción de su hermano y esperaba su reacción.
Entonces regresó el mozo lindo con las cervesas y pidió si los dos estuvieron listos a ordenar. Ambos pidieron el especial del día, chillo fresco entero al ajillo. El mozo aprobó de su selección y después de coquetear con Daniel se retiró de la mesa. Este vez, Samuel se dió cuenta.
"Que diablos está pensando, tu puedes tener cualquier chico. Tu eres bien parecido." Samuel dijó enfaticamente. "No me mal interpretes. No soy ningún maricón. Soy hombre y tengo mi mujer. Si tu eres gay, no me importa. Si estás felíz, chévere. Ví como el mozo estaba mirándodote. Además me gusta hacer algunas cosas pocas perversas con mi amiga, también. Eso no es na..."
"Samuel, no busco solamente sexo. Me encanta la idea de tener control total sobre otro chico y saber que puedo hacerle todo que tengo la ganas de hacerlo y que me obedece en todo lo que digo. ¿Sabes? no hay alrededor muchos chicos pasivos así. Pero esos adictos que están botando sus vidas de todo modo. Pienso, que puedo salvar una vida y a la vez satisfacer mis propias fantasias." Daniel explicaba.
"¡Estás loco! Además, ¿qué te hace creer que tengo algo en común con los dueños de los puntos? ¿ Y cómo puedes hacerlo y no terminar en el carcel tu mismo? Preguntó Samuel.
"Samuel, no tengo todas las detalles todavía, pero con tu ayuda tengo el comienzo de un plan. No se si tienes algo en común con los dueños de los puntos. No me importa, pero apuesto que sabes contactarlos. Calculo, dado la oportunidad de escoger entre una bala en la cabeza o firmar un contracto conmigo para sometirse a rehabilitación conmigo para la vida, la mayoria escogería rehabilitación." Daniel dijó ironicamente. El continuó, "Solamente tengo que preparar algunos documentos con algunas clausuras especiales que me den el derecho de usar cualquier método experimental que quiero.... ¿sigues mis ideas? Luego los librarán de su adicción a las drogas haciéndolos adictos a sexo."
"Que jodio, ¿cómo esperas esconder todo eso?" Dijó Samuel perdiendo su paciencia y pensando que esto puede ser un intento de atraparlo o una broma de mal gusto que su hermanito estaba llevando a cabo.
"Mira, Samuel, lo menos que sabes tu lo mejor. Lo único que necesito de ti es que me haces el contacto con quien sea y actuar como mi representante con ellos." Daniel dijó casi implorando.
Samuel preguntó, "¿y qué hay en eso para mi? Estaría corriendo un riesgo también."
"Te daré 10% de la transacción." Daniel se ofreció.
"¡20%!" Contestó Samuel.
"¡15%!" Danny se ofreció diciendo, "fin de cuenta eres mi hermano."
"Tienes razón. Lo haré por 10%, pero tienes que invitarme a casa un día para ver como va eso." Dijó Samuel mientras su curiosidad aumentaba en saber más del plan de su hermano. "Pues, ¿qué clase de hombre quieres?
El mozo reaprareció con sus platos. Puzó un plato bien grande frente de cada uno y dijó "buen proecho." Pero fue practicamente ignorado por los hermanos que estaban bien concentrados en su conversación. El mozó se retiró bien frustado por la falta de más atención de parte de Daniel.
"Alguien como ese mozo sería perfecto. No quiero ningún menor de edad. Puedo ser pervertido pero no soy ningún pedofilio," insistió Daniel. Puedes enviarme algunas fotos con los detalles de la vida del hombrecito y luego puedo decirte cual me gusta. Por ahora, solamente hazme las conecciones y en las mientras voy perfeccionando mi plan."
"No te prometo nada, pero hablaré con algunas personas que conozco, a ver lo que pasa. Entonces, para cuando quieres el primero?" Preguntó Samuel.
"Necesito algunas semanas para preparar el sotono de mi casa. Sería mejor que nadie sepa quien soy ni donde vivo. Te enviaré un mensaje por correo electrónico donde y cuando se puede entregarmelo. No quiero contacto directo con los dueños de los puntos." Dijó Daniel casi excitándose sexualmente con el pensar en la entrega de un hombre joven.
Ambos terminaron sus almuerzos y hablaron un poco sobre sus padres y la amiga de Samuel. Daniel aprendió que su nombre es Sara y que ha estado viviendo con Samuel por algunos meses. Antes de separarse se dieron otro abrazo bien fuerte. Daniel vi al mozo mirándolos cuando elevo su vista sobre el hombro de su hermano. Daniel iba a pagar la cuenta pero Samuel insistió pero dejó que Daniel pagaba la propina que terminó siendo 20% de la comida.
La Preparación
Daniel empezó inmediatamente convertiendo su sotono. Primer cosa fue constuir una celda. Los obreros que instalaron las rejas pensaba que era un trabajo bien rara, pero Daniel explicó que esperaba una visita de un amigo que entrena animales y que necesitaba una jaula bien hecha para controlarlos. Además, construyó una celda acoginada en caso que el adicto necesitaba detoxificarse durante los primeros días. Del internet consiguió dildos, azotes, esposas de cuero y de metal, anillos de pinga, y bucales. Tambien ordenó una mesa de examinación de médico. De un amigo doctor, conseguía suero de glucosa y de sodio.
Algunos días después contactó un abogado, un cliente por lo cual ha hecho varias inversiones de cuales han logrado una buena ganancia, quien le ayudaría confeccionar los contractos. Le dijó que era para un amigo que pedía ayuda para superar una adicción a drogas. Jaime, el abogado, le explicaba que tenía suerte porque se ha pasado una nueva ley que permite a los nuevos centros de rehabilitación con menos de diez patientes una exempción de la necesidad de una licencia. Eso debido a la alza de casos de addicción. Mietras no pedía ayuda federal, no debe tener ningún problema. Daniel explicaba que necesitaba protegerse legalmente de cualquier acción legal que pueda resultar de un mal intendido de su esfuerzo para ayudar su amigo. Jaime, le contestó que no habrá ningún problema debido a que las facilidades de rehabilitación están sobrellenos y el gobierno está trantando de animar más esfuerzos privados para ayudar aliviar la situación. Prometió proveer los documentos que Daniel necesitaba.
Primer ¿Cliente?
Un mes más tarde Samuel llamó a Daniel para decirlo que iba enviarlo algunas fotos por correo electrónico. El archivo de cada uno incluyirá la cantidad que deben a los dueños. Dentro de cinco minutos, las fotos y información entraron la cuenta de Daniel en el Correo de Yahoo.
Había tres hombre jóvenes disponibles. El primero fue un chico de 21 años, nacido en Brazil, de padres italanos. Es rubio con un cuerpo de un chico que juega futbal. Se llama Gérson Paula. Era de 5 pies, 11 pulgadas y tiene una cara bien linda. Se mudó a los Estados Unidos a la edad de cinco años. Sus hombros anchos más su cara linda eran bien atractivos para Daniel. Debía $7,000 y desempleado.
El segundo tiene cabello negro y sus brazos era bien velludos igual que su pecho. Era de New Jersey y tenía un grado en gerencia. Debe $12,000. Tiene 26 años de edad. El tercero tiene 35 años de edad pero parecia mayor. Era bien flaco debido a su addicción. Tiene una cara linda pero debe $11,000. Ninguno tiene contacto con sus familiares.
Daniel decidió rápido y envió un mensaje a Samuel que quería a Gérson que enviaría los $7,700 al cuenta de paypal (por otros servicios) de su hermano. También envió instrucciones para dejar a Gérson en un van sin ventanas frente del Blockbuster localizado en el Camino Real de San José. Se debe dejar la llave de bajo del asiento de chofer juntos con un sobre con todos los documentos firmados por Gérson. Gérson debe estar en la parte detrás del van y bien esposado y preferiblemente inconciente. Daniel iba con su carro a un estacionamiento público. Irá al van precisamente a las 9 p.m. y llevaría el van para devolverlo el próximo día a las 10 a.m. en el mismo sitio.
Samuel se confirmó los mensajes y escribió que la transferencia ocurriré el jueves. Daniel llegó al estacionamiento a las 8:50, fue a pie al Blockbuster y precisamente a las 9 pm. abrió la puerta del chofer del van.
Daniel, buscó debajo del asiento e encontró la llave y el sobre. Miró en la parte detrás del asiento y vió a Gérson, amarrado y dormido. Se Prendió el motor y se fue a su casa con mucho cuido para no llamar la atención. Al llegar a casa, guió el van a la reves y lo estacionó en su maquecina. Como había dejado el control del porton en su carro, tuve que bajar de van para abrir el porton. Cuando regresaba al van, su vecino, Jeff, de la casa del frente, se acercaba saludándole.
"Hola" dijó y preguntó si algo había pasado a su carro.
"Oh, no." replicó Daniel. "Solamente están chequeándolo. Lo tendré mañana." añadió, esperando no levantar suspechos. "Que tenga una buena noche," dijó a Jeff mientras entraba la maquecina.
"Tu también, debieramos juntarnos un día y hacernos un BBQ o algo," respondió Jeff.
O sí, eso sería estupendo." Daniel gritó desde lejos.
De repente, oyó a Gérson gemiendo en el van y rapidamente lo subió para moverlo atrás y cerrar el porton. Tenía miedo que Jeff iba a seguirlo dentro y no quiería más complicaciones. Luego abrió la puerta lateral del van, cortó el cordon amarrando los tobillos de Gérson y le ayudó ponerse a pie. Gérson era medio mareado y se acostó sobre Daniel mientras le ayudaba entrar a la casa y bajaron directamente al sotono.
Gérson logró inentar decir algunas palabras, "¿Dónde estás llevándome?"
Daniel, respondiendo con mucho cariño dijó, "relájate, todos tus problemas han sido arreglados." Lo pusó en la celda acoginada, porque no sabía cuan mal iba a ser su reacción a no ingerrir más drogas.
Daniel se sentía más y más excitado mientras iba quitando las esposas y su ropa. Una vez que Gérson estuvó completament desnudo, lo acostó sobre un catre pegado al pared de la celda. Sin demora, Gérson cayó dormido otra vez sin darse cuenta que su nueva vida como esclavo ya empezó. Daniel regresó al van y recogió los documentos que le dieron el poder del abogado y autoridad plena sobre su "patiente" hasta que Daniel determina que esté rehabilitado. Incluía una clausula que decía que el acuerdo no podía ser retratado ni cancelado.
Entrando en su oficina, Daniel prendió su pc y eligió el programa deseñanda para que los padres podría mirar a sus hijos a través de un camera video y optó por la camera oculta de la celda de Gérson. Entonces, seleccionó la opción de la ventanilla en la esquina superior a la derecha. Eso permitía a Daniel usar el Internet para atender su trabajo regular desde la casa y a la vez vigilar a Gérson. Cada rato Daniel se encontraba admirando el cuerpo bien formado de Gérson. Después de algunos horas contestando el correo electrónico de sus clientes, se retiró por la noche.
A las cinco de la mañana, se despertó Gérson. Daniel solamente había dormido algunas pocas horas debido a su excitación de por fin tener un esclavito. Daniel preparó un desayuno bien liviano de café con leche, tostado y jugo pensando que a lo mejor Gérson no podía aguantar algo más pesado. Llevó una bandeja abajo a Gérson, primero lo miró a través de una ventanilla y una vez satisfecho que todo estuvo en orden, abrió la puerta.
"Buenos días, Gérson," dijó alegramente. "Aquí está el desayuno tuyo."
Gérson respondió, "Que hay tan bueno de ello? Me siento bien mal. Me duele la cabeza y me siento nausea.
Daniel, mostró su lado carinoso, escuchando atentivamente a Gérson, y reaccionó diciendo solamente, "Toma un poquito de café que he preparado personalmente para ti." Entonces Daniel probó el café de una taza que se preparó para si mismo. Estuvo orgulloso como era café capuchino. Luego añadió, "estás aquí para ser rehabilitado y entonces reeducado para tu nueva vida. Perdiste la vida que tenía y ya se acabó. Estoy aquí y voy a cuidarte hasta que te liberas de tu vicio. Ahora tu me perteneces. Después que comes vamos a bañarte."
Gérson probó su café y oyó lo que Daniel decía, pero no se dió cuenta de las implicaciones, menos por recordar el dueño del punto que le ha dado la oportunidad de venir acá o sufrir las consecuencias.
Empezó a hablar, "pero..."
"Pero nada." Daniel le cortó la palabra. "No hay que decir nada más por ahora. Solamente preocuparse en hacer lo que yo diga." Y Daniel salió la celda pensando si Gérson entendió algo de lo que él decía. Se dio cuenta que el proceso iba a coger varios días debido que está solamente comenzando el proceso de detoxificación, pero solo teniendo el hombre en su casa era algo excitante para Daniel. Se sentía como un papa y un amo a la vez.
Después que Gérson comió lo que pudo de su desayuno, Daniel regresó para llevarlo a bañar. Primeramente se vendó sus ojos para mantenerlo desorientado. Gérson objectó, pero Daniel lo dominó facilmente con una amenaza de devolverlo a la mafia. Daniel lo llevó fuera de la celda a la mesa de examinación y lo mandó acostarse sobre la mesa; luego lo amarró a la mesa y comenzó a estudiar su cuerpo con más atención a los detalles. Daniel admiraba la belleza de su cuerpo. Su cara era tan linda y definido, algo afilado y ahora cubierto con la barba de la mañana. Hubo una senda de bellos que iba de su estomago llano hasta sus bellos púbicos. Sus brazos y piernas tienen bellos finos que reflejan el brillo de la luz. Gérson está bien proporcionado y hasta el momento facil para Daniel manejarlo. Después de asegurar las cinturones amarrándolo a la mesa, Daniel le preparó para sacarlo una muestra de sangre.
Dije "relajate, solamente necesito una muestra de sangre para asegurar que estás bien." y daba al brazo para hinchar una veina. Luego Daniel le afeitó su cara. Gérson estuvo a punto de protestar, pero la sensaciones de las manos de Daniel, poniéndolo la crema en su cara, tuvo un efecto de calmarlo. Daniel solamente le cortó levamente una vez. Lo trató con lapiz eséptico imediatamente. Luego quitó las cinturones amarrándolo a la mesa y lo llevó al baño. Lo agarró a la pinga y lo mandó a urinar dentro de una taza plástico de pruebas de urina. Gérson no quizo urinar con su pene en el puño de Daniel, pero Daniel insistió que era necesario que él confirmaba que era la urina de Gérson. Como no ha urinado en un buen roto, no pudo aguantarse más y se llenó el vasito. Gérson pensaba que todas esas pruebas son típicos de los centros de rehabilitación y hasta el momento no pensaba que había algo bien raro de este centro. Entonces Daniel cubrió el inodoro con plástico y mandó a Gérson a sentarse y evacuarse y luego poner un poco de su heces dentro de una cajita de muestra. Gérson otra vez, se sentía bien incomodo evacuándose frente de Daniel, pero entendió que era parte del proceso de admisiones. Después de eso, Daniel llevó a Gérson a la ducha y lo bañó. Cuando empezó a enjabonarlo, Gérson se echó atrás.
"Oye, ¡yo me lavo solo!" protestó.
"¡Estás bien equivocado! Acostúmbrete. En tu vida anterior tu te bañaba, pero en esta vida nueva, su cuerpo no te pertenece más. Ahora siempre sería bañado por otro y luego tendré que bañarme a mi, así debes aprender como me gusta ser bañando desde ahora, porque si no me complaces como me gusta, sería bien castigado. Ahora ponte acá y no te atraves moverse otra vez." Daniel asertó su autoridad.
Entonces Daniel empezó a shampoo su cabeza considerando si iba o no dejar Gérson quedarse con su cabello rubio. Decidió no decidirlo inmediatamente. Después de su cabello, Daniel le lavó su torso, primero la espalda y luego el pecho, disfrutando la sensación de su piel suave y musculos firmes.
Gérson estuvo sintiendo algo tenso. Era la primera vez que otra persona se lo lavaba, pero a la vez le gustó como Daniel estuvo tocándolo con tanta atención y cariño. Cuando Daniel llegó a sus nalgas, instinctamente se tensó.
"Relájate, dije," Daniel repetía y siguió lavándolo entre sus nalgas que eran perfectamente redondas y bien firmes. "¡No te mueves tanto!" Daniel dijó perdiendo la paciencia, pero a la vez se encantó de la sensación de control y autoridad. Su pene comenzó a engordarse dentro de sus pantalones. Daniel entonces lo llevo más cerca la pared donde habia una manga recogida. La manga tenia un aplicador plástico puesto que Daniel lubricó y mandó a Gérson a doblarse y coger sus tobillos. Gérson protestó, pero antes que podia ver Daniel moverse recibió una palmada tan fuerte que perdió su balance.
"¡Diablos, eso dolió! Gerson gritó.
"Doblate y no me hablas sin permiso a menos que quieres saber ahora mismo como puedo castigarte." Daniel dijó fuertamente.
Gérson estuvo más atónito que adolorido, pero no quieriendo probar a Daniel más se dobló sintiendo su miedo intensificándose. "Castigarme? De que trata eso?" Pensaba. Nadie le habló de castigos en lugares de rehabilitación.
Daniel insertó la aplicador de la manga en el ano de Gérson y abrió la valvala por menos de un minuto. Gérson pensaba que su estomago iba a explotar y comenzó a pedir que se parara.
"Me duele, por favor, no más," pedía.
Daniel repetía el duche dos veces más hasta que estuvo convencido que Gérson era completamente limpio por dentro. Cada vez miraba lo que Gérson se evacuaba hasta que el agua le salía claro.
Entonces terminó el baño del cuerpo del esclavo novato. Otra vez lleva a Gérson a la mesa de examinación y lo amarraba. Daniel cogiá su pinga de tres y medio pulgadas y le hacia una puñeta. Gérson protestó otra vez.
"¡No soy ningún maricón! Puedo hacerlo para mi mismo." El insistió
Pero Daniel no le prestaba atención y siguió masturbándolo diciendo, "¿tu me estás diciendo que soy maricón?" Agarrando sus genitales firmamente continuaba diciendo, "¿con tus bolas en mis manos y cuando está dentro de mi poder, cortarselos?
"Oh, no, señor," contestaba Gérson mientras su pinga respondía a las manipulaciones de la mano de Daniel.
"Pues, fíjate, es tu pinga que está poniéndose duro. Me parece a mi que te gusta eso." Daniel dijo, tortuándo a su victima un poquito. "Hablaste sin permiso. Luego tengo que castigarte." Entonces Daniel puso un condon sobre la cabeza de la pinga de Gérson y lo llevó a un orgasmo que por el miedo que sentía era bien intenso. Daniel recogía la muestra también para enviarlo al laboritorio. Una vez que terminó la preparación de la muestra, se quitó las cinturones y soltó a Gérson pero le mandó a doblarse sobre la mesa. Sacó una raqueta de ping pong y le dio un nalgazo bien fuerte. Eso es por la falta de hacerme caso y por hablar sin permiso.
Gérson, no podía creer cuanto dolía. Cuando Daniel terminó su castigo, puso un unguento sobre sus nalgas y los muslos afectados. Luego llevaba a Gérson a su celda. Y lo puzo una esposa a su muñeca al catre. "¡Descansa! Regreso ahorita." dijo Daniel con cariño.
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Este es mi primer intento en escribir una fantasia en español. Favor de enviarme la opinión suya. Si nadie me comunica tengo que concluir que no vale la pena traducir el próximo capítulo. Debe ser claro que necesito ayuda para corregir la traducción. Si estás dispuesto y tienes Corel Word Perfect favor de comunicarse conmigo. (Hay más de 15 capítulos y sin ayuda no pienso traducirlos.)